martes, 13 de diciembre de 2016

Fisioterapia alternativa -> Le Passeadeaur

¡Por fin! ¡Por fin volvemos a retomar esta sección gozosa! Por fin La Otra Fisioterapia vuelve a traer para regocijo de cualquiera, el conocimiento de manera gratuita, para ofreceros aquellas terapias que no están al alcance del fisio mundano, por prestigiosas unas veces o desconocidas otras y, sobretodo, por su alto costo económico. Tened en cuenta que hacer un curso de estas terapias requiere traer aquí a los profesionales, con todo lo que ello conlleva de dietas y desplazamientos, durante los clásicos tres años que, como mínimo, toda formación especializada debe tener. Pero en nuestro afán por perseguir la última evidencia y la más sofisticada fisioterapia moderna, hoy tenemos el orgullo de contar con el mismísimo Dr. Pinar y su afamada técnica de fisioterapia, especializada en geriatría: LE PASSEADEAUR.



Le passeadeaur (del fr.leido fonéticamente como pasadeg) es una técnica de origen luxemburgués que podría traducirse literalmente como paseador o paseador de abuelos y que está patentada por su maestro y creador, el Dr. Pinar, con el que La Otra Fisioterapia ha tenido el gusto de contactar, y que amablemente se ha ofrecido para desmenuzar los pormenores de esta utilísima herramienta.


Tras más de 10 años perfeccionando la técnica, el Dr.Pinar está en posición de comentarnos todas las bondades de la misma. Se trata de una manera revolucionaria de hacer fisioterapia, abandonando los clichés antiguos y actuando directamente sobre la salud global del paciente anciano. El Passeadeaur nos permite, como profesionales, establecer un vínculo mucho más cercano con la persona, que resulta clave del éxito de esta técnica y que nos garantizará unos señores 50€ al final de cada sesión. Y es que, siempre según sus palabras, consiste en poner la fisioterapia a pie de calle, sacando al paciente de su entorno domiciliario para el establecimiento rutinario de una marcha saludable, siempre asistida por el profesional, que será quien guié algunos de sus movimientos.

Pinar nos habla de tres variantes de la técnica y nos dice que el secreto del éxito consiste en saber ponderar correctamente, cuando nuestro anciano paciente necesita una u otra:

- Passeadeaur ultrasisitido: Requiere del constante contacto del profesional
- Passeadeaur asistido: Donde las buenas tomas se convierten en la parte más importante del manejo.
- Passeadeaur básico: Consta principalmente de una ejecución por parte del paciente y una supervisión correctora del terapeuta.

El Passadeaur es la evolución natural de la tradicional marcha con paralelas que tantas veces se ha visto en gimnasios y salas de fisioterapia. Observábamos que en las fases finales de la vida, así como de cualquier proceso rehabilitador, el tratamiento conservador se quedaba obsoleto y resultaba muchas veces insuficiente. Puesto que el objetivo final de toda fisioterapia es el de reinsertar a la persona en su actividad normal, ¿qué mejor manera que desplazarnos a su domicilio y establecer una relación passadeaureapeuta paciente? Se trata de no ponerle puertas al campo y dejar volar a la persona, propiciando que esta pueda hacer sus actividades domésticas, o tomarse el cafelito de la mañana, mientras garantizamos una asistencia integral en fisioterapia, centrada en la persona, como no podría ser de otra forma.


La parte más importante de todo Passeadeaur es la toma. Saber elegir el contacto adecuado, la posición correcta de las manos, la necesidad o no de la misma, los tiempos de duración de cada toma...son aspectos básicos y clave que se enseñan a lo largo de los tres cursos en los que se divide la formación en esta especialidad. En nuestra academia de Luxemburgo explicamos los diferentes tipos de agarres y garantizamos mediante ejemplos prácticos, que el alumno fisioterapeuta sale perfectamente cualificado para el paseaje profesional de abuelos. No obstante, tras más de diez años perfeccionando sus maniobras, el Dr.Pinar garantiza que son maniobras muy seguras con un 0% de fracasos, pues han demostrado adaptarse a los distintos estadíos de la enfermedad. La técnica además nos ayuda a tener una relación muy familiar con el paciente. ¡Vamos a tomarnos un vermucito! Pues vamos...Acompáñame a misa. Pues a misa. Hoy no me apetece salir, ¡pues no se sale! Para mi mejor...¡Si yo cobro igual!¿Qué hacemos? ¿Ponemos un poco la tele? Y este grado de familiarización con el paciente llega a cotas insospechadas: Nos han escrito antiguos alumnos en ocasiones, relatándonos como han conseguido la herencia de una pobre anciana viuda, al ser el experto en passeadeaur el último consuelo de sus días.



¿Dinos algo malo de Le Passeadeaur? Porque algo malo habrá. ¿Haz alguna crítica?

Tras años analizándola hemos descubierto que se trata de una técnica que da mucho pie al tan temido intrusismo en nuestra profesión. En los últimos años hemos observado la proliferación de toda clase de cuidadores (y con esto no quisiera parecer discriminatorio, pues sólo describo el hecho real) realizando Passeadeaur con ancianos, sin conocimiento de causa.  Según el propio Pinar nos indica, cuando una persona no fisioterapeuta está haciéndolo, no puede considerarse Passeadeaur, pues sólo el profesional de la fisioterapia nos sabrá decir cuando un paso está bien ejecutado, amén de las distintas correcciones que puede hacer durante el recorrido. Y es que la técnica del luxemburgués, requiere de una atención constante y vital y goza de una importante evidencia científica: el paciente llega a su destino en el 100% de los casos.


Passeadeaur tiene una tarifa establecida, que debe cobrarse firmemente tras cada sesión, sin la cual no podría llamarse Passeadeaur. Y eso es así porque está registrado. Además, nos advierte su creador, un buen Passeadeaur debe cobrarse en negro, si no, podría no considerarse fisioterapia. Nosotros hemos tenido el privilegio de asistir a una clase con el maestro Pinar en persona, quien ha conseguido el objetivo de girar dos calles hasta el bar de la esquina, tal y como se había planteado en un inicio Hemos quedado impresionados con sus resultados. Además hemos podido comprobar in situ, como entre explicación y técnica, el fisioterapeuta ha disimulado perfectamente cuando han pasado un par de vecinos a los que ha saludo con cortesía, mientras interpelaba con su paciente un par de frases del tipo "Así no Antonia, primero el talón y después la punta"  a la par que establecía un tenue contacto de su mano con su espalda, un contacto mínimo e indispensable para garantizar esa confianza. Acto seguido ha dejado de disimular para seguir a lo suyo con el smartphone. Con semejante demostración de solidez y el alto grado de eficacia, no podemos esperar más para aplicar esta técnica de tanto aporte fisioterápico. Quedamos infinitamente agradecidos al Dr. Pinar por todas sus amables explicaciones y os emplazamos a todos a la undécima edición de su curso, 5000€ mediante, que como siempre se embolsará tan gustosamente. ¡A pasear!

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